INFORMACIÓN DEL SEGUNDO EQUIPO
|
B.241-2004
.... ...... |
México, D.F., a 29 de Agosto de
2004.
|
|
PREVENIR EMBARAZOS NO DESEADOS,
ESPECIALMENTE EN ADOLESCENTES, PRIORIDAD EN EL ISSSTE
 Según estimaciones, cada año se
embaraza un millón de adolescentes en el mundo; 30 mil son menores de 15 años
de edad Ofrece el Instituto atención
multidisciplinaria a este sector derechohabiente, resaltando las
implicaciones en su salud y desarrollo personal y familiar |
|
|
Las adolescentes que inician su
vida sexual entre los 12 y 15 años de edad enfrentan una alta probabilidad de
quedar embarazadas en su primera o segunda relación, lo que ocasiona una alta
tasa de embarazos no deseados. Según estimaciones, a nivel mundial más de un
millón de jóvenes quedan encinta, y de ellas por lo menos 30 mil no cumplen
aún los 15 años, aseveró el director de la Clínica de Medicina Familiar
Cuitláhuac, Alberto Muñoz Vázquez.
Ante esta realidad, el ISSSTE
integra como una de sus acciones primordiales de medicina preventiva la
orientación sexual entre los adolescentes, ofreciéndoles atención
multidisciplinaria, a fin de que quienes hayan decidido iniciar su vida
sexual cobren plena conciencia de las implicaciones que ello implica, con el
propósito de que lo hagan responsablemente y se eviten así los embarazos no
planeados.
Al celebrar el XL Aniversario de la
CMF Cuitláhuac, de la Delegación Regional Zona Norte en el Valle de México,
Muñoz Vázquez explicó que cuando la pareja y en especial la madre no está
preparada para enfrentar un embarazo, éste se convierte en un suceso difícil,
que afecta la salud integral de los padres adolescentes, la de sus hijos, sus
familiares y la comunidad en su conjunto.
En nuestro país, de la cifra total
de embarazos, el 18% corresponde a jóvenes, debido a lo cual la Clínica del
Adolescente de la CMF Cuitláhuac busca intencionalmente a este sector de la
población mediante el uso de familiogramas, mecanismo que sirve para realizar
estudios familiares, que van desde los antecedentes hasta el presente –árbol
genealógico- exhortándolos a participar en pláticas de temas selectos para
los jóvenes, con la finalidad de crearles conciencia y ayudarlos a decidir
óptimamente.
En la actualidad la Clínica atiende
a 105 mil 624 derechohabientes, en casi treinta consultorios, ofreciéndoles
servicios de radiología y laboratorio; medicina general y familiar;
planificación familiar, odontología, dietología y gerontología.
A través de los familiogramas, que
se basan en entrevistas aplicadas por los doctores de Medicina Familiar y
Trabajadoras Sociales, se expone a las adolescentes los riesgos que entraña
el iniciar su actividad sexual, tanto para su salud como para su desarrollo
personal, especialmente ante un resultado indeseable, como un embarazo.
El grado de vulnerabilidad de este
sector de la población está relacionado con su historia, susceptibilidad o
fortaleza para enfrentar los cambios biológicos y psicosociales de la edad,
así como los factores micro-ambientes, culturales y socioeconómicos.
Los menores se encuentran expuestos
a presiones y mensajes contradictorios respecto de su sexualidad. Al
combinarse los conflictos e influencias inadecuadas --propias de esta etapa--
con el hecho de que los adultos prefieren ver este problema como algo ajeno
y, por tanto, rehuyen el tema, permiten que en torno a las relaciones
sexuales se generen situaciones de inseguridad y culpa; el tema se vuelve
tabú, lo cual impide o restringe el acceso a información adecuada.
Todo ello, dificulta a los jóvenes
tomar decisiones de manera abierta y razonada; se ven forzados a negar el
problema y carecen de orientación.
La Organización Panamericana de la
Salud (OPS) reporta que según la Encuesta Nacional Demográfica en México, en
años anteriores se registró el 12.1% de nacimientos en madres de entre 15 y
19 años; y 33.5% de las gestantes en edades de entre 15 y 24 años fallecieron
por complicaciones de embarazo, parto y puerperio.
La falta de información sobre las
características del novio representa un hueco en los estudios de embarazo en
las adolescentes. A pesar de que actualmente se reconoce su importancia tanto
en el origen del embarazo como en su evolución, el problema de estudiar a la
pareja persiste, ya que muchas veces el varón está lejos de la joven.
También es complicado determinar
las razones de la preñez de las adolescentes. Por lo general, una vez
iniciado el embarazo no puede confirmarse que los motivos que señalan las
jóvenes sean realmente los que dieron lugar al embarazo. Sin embargo, se
presumen como factores el descenso en la edad de la menarca o primera
menstruación, la iniciación temprana de la actividad sexual, el aumento del
número de adolescentes sexualmente activas y una adolescencia más prolongada.
Respecto a la educación sexual, en
muchos grupos persiste el mito de que proporcionar a los jóvenes información
sobre la sexualidad, la prevención del embarazo y las enfermedades de
transmisión sexual motiva a que se inicien en edad temprana y que ello
fomentará la promiscuidad.
Mediante los familiogramas se ha
detectado que las adolescentes tienen, en general, relaciones sexuales sin
protección anticonceptiva. Las razones son una mezcla de ignorancia de la
fisiología de la reproducción y la negación a aceptar las consecuencias.
Simplemente no creen que puedan embarazarse por la edad o por la baja
frecuencia de las relaciones. También piensan que los anticonceptivos quitan
"romanticismo" a la relación o que su uso provocaría que
"otros" lo sepan, por lo que serían criticadas.
Las complicaciones que amenazan a
las adolescentes durante el embarazo y parto son: trabajo de parto
prolongado, toxemia, preclampsia, desprendimiento prematuro de placenta,
desproporción céfalo-pélvica, anemia por deficiencia de hierro, lesiones del
canal del parto, infección urinaria y un mayor número de distocias.
Los factores de riesgo para los
hijos de adolescentes son: ser bebés prematuros, riesgo de muerte súbita,
bajo peso asociado a defectos de nacimiento, posibilidad de daño cerebral o
neurológico y alta morbilidad. Muchos bebés de madres adolescentes mueren en
el primer año de vida o presentan retraso en el crecimiento.
|
|
